La maestra

Letra de Héctor Gagliardi

Grabada por el autor el 22 de octubre de 1952.

Tan buena como mi vieja,
y como ella nerviosa,
de las que agrandan las cosas,
y que por nada se quejan,
tenía entre ceja y ceja,
esa cuestión del aseo,
en lo mejor del recreo,
revisaba las orejas.
decía que un pajarito,
al oído le contaba,
los niños que conversaban,
cuando salía un ratito,
y si un grandote de quinto,
armaba la tremolina,
parecía una gallina,
cuando cuidan los pollitos.
nos tomaba la lección,
siguiendo el orden de lista,
y obligaba con la vista,
a escuchar con atención.
yo, yo era medio remolón,
porque andaba por la «g»
y cien veces me chasquié,
al preguntar de a traición.
se pasaba todo el día,
prometiendo malas notas,
y que en vez de la pelota,
estudiaran geometría,
era mujer, que sabía,
de un golcito de voleo,
por eso que en el recreo,
los muchachos se reían.
pero una vez se enfermó,
y mandaron la suplente,
que enseñaba diferente,
y hasta de usted nos trató,
y nosotros, que sé yo,
sería mejor maestra,
pero fieles a la nuestra,
declaramos el boicot.
y cuando vino al grado,
después de la enfermedad,
nos pusimos a gritar,
que casi la desmayamos,
y cuando vió tantas manos,
que la querían tocar,
de floja se echó a llorar,
y nosotros la imitamos.
¡pobre maestra mía!,
como estarás de vieja,
revisáme las orejas,
soy un chico todavía,
no sabés con que alegría,
quisiera volverte a ver,
no me vas a conocer,
pero entonces te diría,
yo ocupaba,
el tercer banco,
al lado de la ventana,
el que abría las persianas,
cuando el sol no daba tanto,
el que se ahogaba de llanto,
el día en que te dejó,
y que nunca te olvidó,
y es por eso que te canto,
vos, vos sos la dulce canción,
de la edad que ya se fue,
por eso vine otra vez,
para darte esta lección,
preguntáme de a traición,
maestra del cuarto grado,
que cuanto me has enseñado,
que cuanto me has enseñado,
lo llevo en el corazón.