Ya no cantas, chingolo

Letra de Edmundo Bianchi
Música de Antonio Scatasso
Compuesto en 1928

Este tango, conocido también como «Chingolito», fue estrenado por el
cantor Ernesto Famá en la obra «El mago de Nueva Pompeya», del mismo
Edmundo Bianchi, en el teatro Smart de Buenos Aires, el 9 de marzo de
1928. Chingolo es palabra tomada del araucano chincol, pero su origen
más lejano es quechua (ch’ek’llo’, pájaro). Fue elogiado por
Leopoldo Lugones en la sección Alas de «El libro de los paisajes»,
en 1917, en el que lo llama «conscripto gentil». Más tarde, Felipe
H. Fernández (Yacaré) convirtió el nombre Chinglo en sinónimo
de «tonto», en uno de sus poemas lunfardos. Para Edmundo Bianchi
(1888-1965), en cambio, el chingolo es el símbolo de las tradiciones
aventadas por el progreso. Dramaturgo, así como traductor y
adaptador de piezas teatrales, Bianchi compuso en la misma línea
nativista «Rosa criolla» y «Pampero».

Hubo en la pampa una vez
un pajarito cantor
que sobre un yuyo parao
entonaba esta canción,
tan triste, que parecía
el llorar de un corazón.

A ese pájaro bagual
lo espantó el ferrocarril
y su canción sin igual
no se podrá más oír…
Pobre pajarito gaucho!
Dónde habrá ido a morir!

Ya no cantas, chingolo!
Dónde fuiste a parar?
En algún lao, muy solo,
tu canción llorarás…
Guitarrita del campo,
pajarito payador,
te llevaste contigo
toda la tradición.

Como el ave, el payador,
sentado junto al ombú,
también antes su canción
elevaba hacia el azul,
donde brillaba de noche
la divina Cruz del sur.

Ahora se calló el cantar,
y el ave y el payador
fueron lejos a ocultar
su voz llena de emoción,
pues ya invadieron la pampa
el jazz, el gringo y el Ford.

Ya no cantas, chingolo!
Dónde fuiste a parar?
En algún lao, muy solo,
despacito llorarás…
Guitarrita del campo,
voz de la soledad,
desde que tú te fuiste
no sabemos cantar!