Secreto

Enrique Santos Discépolo

Quien sos?… Que no puedo salvarme,
muñeca maldita, castigo de Dios,
ventarron que desgaja en su furia un ayer
de ternura, de amor y de fe.

Por vos se ha cambiado mi vida
sagrada y sencilla, como una oración,
en un barbaro horror de problemas
que atora mis venas y enturbia mi honor.

No puedo ser más vil,
ni puedo ser mejor,
vencido por tu hechizo
que trastorna mi deber.
Por vos a mi mujer
la vida he destrozao,
y es pan de mis dos hijos
todo el lujo que te he dao.
No puedo reaccionar
ni puedo comprender,
perdido en la tormenta
de tu voz que me embrujo…
La seda de piel que me estremece
y al latir florece, con mi perdición.

Resuelto a borrar con un tiro
tu sombra maldita que ya es obsesion,
he buscado en mi noche un rincon pa’ morir,
pero el arma se afloja en traición…

No se si merezco este oprobio feroz
pero en cambio he llegado a saber
que es mentira, que yo no me mato,
pensando en mis hijos… no lo hago por vos.