Pepe cascabel (milonga)

Letra de Horacio Ferrer
Música de Astor Piazzolla
Compuesto en 1981

Un tambor, un flautín, un platillo,
otra vez viene Pepe Cascabel.
Su carro, con el teatrito
y su títere de satén,
el alma de los domingos
vendrá con él!

De mujer en mujer, los suspiros:
«No sabés qué varón, no sabés…»
Las muchachas, locas de emoción,
por las calles salen a esperar
su canción de amor.

Un tambor, un flautín, un platillo,
su función brinda Pepe Cascabel;
escenas del otro siglo
y el monólogo de un dramón:
«Ay, Dama de las Camelias,
qué triste sos!»

Al final, la ovación y el delirio:
«Otra más, Cascabel, corazón».
Y las niñas tiran del telón,
pero ausente y lejos canta él
su canción de amor.

El tambor, el flautín, el platillo,
qué dolor, parte Pepe Cascabel.
Y juran en los corrillos
que la títere es su mujer:
«No vieron con qué ternura
la mira él?»

El adiós, y otra vez el camino.
«Ya se va, ya se fue, no llorés».
Las muchachas cierran el balcón,
ya se aleja el carro y se perdió
su canción de amor.