Mereces un monumento (milonga)

Letra de Alberto Gómez
Música de Alberto Gómez

Intérprete: Juan D’arienzo
«El bar de Rosendo»
L.p. rca avs 4154
Cantan: A.Echagüe-A.Laborde

Llegaste casi un botija,
de nuestra hermana Uruguay,
en 1920 o en 22 que más da,
Pedro Guillén fue el primero,
que allá en el Salto Uruguayo,
gritaba a los cuatro vientos,
!este sí que es de a caballo!
después «Maroña» «Florida»,
y en tu florida Payuca,
lograste tu primer triunfo,
con la yeguita «Curruca»,
en el grandioso «Maroña»,
también llegó tu primera,
con la petiza «Elezurce»,
te acordás de esa carrera.
Cienco cincuenta ganaste,
en aquella temporada,
tu meta era Palermo,
tu novia la colorada,
un árbol te dió su fruto,
en esta Argentina mía,
y montando a «Tamarisco»,
ganaste en brava porfia.
Con tu hermano Don Francisco Helvacio,
aquel del Yeruá,
cuantas carreras ganaron,
a fuerza de calidad,
tu gran clase se imponía,
corriendo de atropellada,
venías como dormido,
pero al final alcanzabas.
Con el machito «Micedes»,
con «Bunker» y un «Somivoy»
con «Artesana» «Eucalipto»,
y un «Cascajo» de mi flor,
ganaste siete un tarde,
pa’ ocho faltó una sola,
le ganaron a «Firmeza»,
cruz diablo metio la cola,
once potrilos, potrancas,
Jockey Club y nacionales,
Pellegrini copa de oro,
cincuenta y una en totales.
Las estadísticas ventiuna,
siete son las alternadas,
y catorce bien juntitas,
como tapas de empanadas.
Señores me quedo corto,
falta interior y extranjero,
Brasil, La Plata, Rosario,
y el «Yiye» siempre primero.
Le corriste a tres cantores,
Gardel, Gómez y Palito,
tu hazaña por nuestras pistas,
cumplen cincuenta justitos,
la grey burrera presente,
presente pa’ festejarlo,
tres mil quinientas carreras,
que lindo para gritarlo,
maestro de los maestros,
invencible con el tiempo,
eximio pulpo elefante,
merecés un monumento.