Manos adoradas (vals)

Letra de Roberto Rufino
Música de H. Sanguineti

Las manos que yo quiero las manos que venero
no son color de rosas ni tienen palidez
sus dedos no parecen diez «gemas» nacaradas
tampoco estan pintadas ni tienen altivez
Son manos arrugadas talvez las más humildes
y estan cual hojas secas de tanto trabajar
son esas manos santas las manos de mi madre
aquellas que me dieron con tanto amor el pan.

Las manos que yo quiero las manos de mi madre
ligeras como aves volando siempre van
las manos de mi madre por ágiles dichosas
si no hacen siempre algo tranquilas nunca están.
Por rústicas y viejas que bellas son sus manos
lavando tanta ropa cortando tanto pan
corriendo por la casa, la mesa acariciando
buscando en el descanzo,..la agúja y el dedal.

Las manos que trajeron la lámpara a mi cama
tapándome la espalda en el invierno cruel
que cuando estuve triste mis lágrimas secaron
que cuando estuve enfermo acariciaronmé
Oh!..manos adoradas,.Oh!..manos llenas de alma
en ellas hoy quisiera mi frente refugiar
y tristemente digo que lejos que se encuentran
que lejos de mi angustia,.. y de mi soledad!.