Los pibes de la calle

Letra de Oscar Vazquez
Música de Juan Antonio Morteo

La sombra de una mano cayó sobre mi mesa,
el sol se retiraba con brillo de acidez,
y al levantar la vista, un pibe pelilargo
de muy poquitos años, sonrió con timidez.
La palma de esa mano como una flor de fuego
mostraba su presente repleto de escasez…
y revolver mi taza fue un largo movimiento…
que agonizó en el frío, donde murió el café.

(estribillo)

Su mirada en el silencio
su pedido sin pedirme,
era un óleo descarnado…
y en el marco de sus ojos
la tristeza sin final.
Mi impotencia, mi amargura
fue dejarle unas monedas
a su tierno desencanto…
que no sabe que la vía
cobra todo sin gritar.

1ª bis

Las cosas que me duelen, igual que a vos te duelen,
me dejan cien preguntas y no hay contestación,
la vida son navajas que cortan lo que tocan,
las rosas de tus días, también mi corazón.
Son puertas que nos mienten la luz de una salida,
pero al cruzar por ellas, jamás te podés ir,
son noches repetidas, con dioses que no comen,
no ríen, ni hacen ronda, para poder dormir.

(otra 1ª bis alternativa)

Los pibes de la calle, son flores sin jardines,
y pájaros que vuelan , sin nido y al azar…
que llevan en sus voces canciones que se pierden…
porque la calle sorda no escuchará jamás.
Los pibes de la calle, ya saben de memoria
vender mil chucherías para ganar un pan,
y todos los infiernos que duelen en la villa,
se agrandan sin un padre y a veces…sin mamá.