La novena

Letra de Alfredo Bigeschi
Música de Miguel Bonano
Compuesto en 1933

Charlo grabo este tango, con la orquesta de Adolfo Garbelli, el 26 de
junio de 1933.

La ciudad bosteza,
de pena y placer
envuelta en las sombras
del anochecer…
Campanas de bronce,
las voces de Dios,
anunciando «la Novena»
se oye cual deber sagrado
con su toque acompasado,
de oración.

Viejitas y muchachas desfilan hacia el templo,
consuelo de las almas, que descansan en paz.
Hilvanan un rosario de penas y recuerdos,
de hermanos, padres, novios que ya no volveran.
Los fieles de rodillas elevan hacia el cielo
plegarias a la Virgen y suplicas a Dios,
y mientras en voz baja dice avemarias,
el padre «sermonea» desde el altar mayor.

En un rincon del templo, hincada y sollozando,
una viejita humilde, que llora de emoción…
son lagrimas de su alma las cuentas del rosario
y es infinita angustia la de su corazón…
Respetan esa pena los que saben la historia,
y en su dolor sagrado repite en la oración,
Señor…! yo tuve un hijo…! pero vino la guerra…
Me lo pidio la patria… y nunca más volvio!

Lo espero con ansias
en su soledad
y con su retrato
se ponia a llorar.
Lo espero con ansias
pero no volvio.
Los que han vuelto le contaron
que en la guerra lo mataron
abrazado a su bandera,
con valor.