Enojos (tango)

Letra de Alberto Colli
Música de Osvaldo Aieta

I
No te enojés, mi cielo, no te enojés, mi vida,
si nunca me ofendiste, no puedo herir tu amor.
Las frase más hermosas que guarda el alma mía
las digo solamente cuando cuando te siento a vos.

No te enojés conmigo, si acaso mis palabras
te digan ciertas cosas que vos no merecés;
pero es la fiebre loca que quema y me desgarra,
la que me está matando porque no me querés.

II
Sabés,
que el dolor sure al rojo
cuando siento tu enojo
castigando mi ser.
Sabés,
sí, bien que lo sabés,
que mi alma me ciega
cuando niegas querer.
Y yo,
que me muero de amor,
ni un enojo con vos
quiero, vida tener…

I (bis)
Yo sé que mi constancia te sigue a cada hora
que si no estás, te llama, que si llamas yo voy;
que soy y he sido siempre como tu misma sombra,
siguiéndote como todo lo que en mi vida está.

No te enojés conmigo, que mi cariño es puro,
y acaso como nadie te he de querer jamás;
te quiero con el alma y son mis sueños tuyos,
tan puros como todo lo que en mi vida está.