El píccolo navío

Letra de Amadeo Canale
Música de Osvaldo Nicolás Fresedo

Era una volta un píccolo navío
que non podeva, non podeva navegar…

Así cantaba,
a golpe de martillo,
un fuerte obrero,
sin dejar de suspirar;
y mientras trabajaba,
su semblante reflejaba
que sufría
el más profundo dolor,
que a su pesar
no podía olvidar
a la mujer
ingrata que aún amaba.

Tuvo amor a una mujer
y le dio su corazón,
y ella no supo corresponder,
como debía ser, a esa pasión;
frágil fue con él la infiel,
como un barco de papel;
del viaje la infeliz
lo abandonó, él cantaba así:

Era una volta, un píccolo navío
que non podeva, non podeva navegar…

Y pretendió
salir al mar bravío,
desdeñando el dulce puerto del hogar,
y un buen día,
engañada mar afuera,
por la corriente arrastrada,
fue por otro timonel
que pronto se cansó,
y a la pobre dejó
perdida en medio de la marejada.

En las aguas del placer
ella quiso navegar
y cual un barquito de papel
la pobre no tardó en naufragar;
y por eso, sin cesar,
él cantaba su dolor
porque no podía olvidar
a la que fue su gran pasión.