El jubilado

Letra de Luis ALPOSTA
Música de Edmundo Rivero

Fue un viento de vigilia el que lo trajo.
Quedó varado en un rincón del feca.
Le habían afanado hasta la bronca.
Lo habían revoleado y salio seca.

¡Cómo no había de quedar pagando
en actitud entre siniestra y mansa,
si después de yugar toda la vida
acabó por morfarse la esperanza!

Ya no tienen ilusiones que ponerse.
su fe la desinflaron de un plumazo
y hoy anda con lo puesto -su esqueleto-
llevando un cacho eŽnada bajo el brazo.