El as de los ases

Letra de Celedonio Esteban Flores
Música de Eduardo Pereyra

La moza más linda del barrio orillero,
bonita y con fama de alegre y coqueta,
que fue la querida de aquel guitarrero
matón y biabista, cantor y poeta.
Tristemente evoca el recuerdo querido
de amores lejanos y triunfos fugaces,
es que ella no ignora que tuvo un marido
que fue, entre los guapos, el «As de los Ases».

El «As» porque nunca en acción apurada
lo vieron los taitas ponerse amarillo,
se dio todo entero y su ágil visteada
remató en la marca de su fiel cuchillo.
¿Y cuando cantaba?… Más bien parecía
su canto una airada protesta de pena
a la novia mala que no lo quería
y a la madrecita viejita y buena.

El destino ingrato, que no tuvo halago
para su existencia ruin, atrabiliaria,
tradicionalmente se creyó un regazo
de gaucho bandido, perseguido y paria;
por eso en la noche templada de luna
Pulsó su vihuela bajo el meparrado
y en una milonga deshojó una a una
las rosas marchitas del viejo pasado.

Por eso la viola ya no es en la pieza
nada más que un mueble de adorno lujoso.
Su dueña, una noche, en gaucha proeza,
cayó bajo el plomo mortal de un «bufoso»,
por eso la moza del barrio orillero,
bonita y con fama de alegre coqueta,
recuerda a su guapo… aquel guitarrero
cantor y biabista, matón y poeta!