Durazno y convención (candombe)

Letra de Jaime Roos

La calle Durazno nace a la intemperie,
telón ceniciento, palmeras al viento.
Abierta a las olas marrones y blancas
de la playa chica que muere en el gas.

La calle Durazno muere sin saberlo,
cuando se ilumina, toda de lila,
en pleno diciembre, la hora más lenta,
la siesta obligada del Jacarandá.

La vida,
la vida como siempre dura,
la noche como siempre oscura
por la calle Convención.

El mismo,
el mismo taconeo absorto,
los yiros del paseo corto
de la calle Convención.

La vida,
la vida tironeando el cobre,
la tienda del judío pobre
de la calle Convención.

Botijas,
botijas de la moña suelta
de las rodillas bien mugrientas
por la calle Convención.

La calle Durazno atraviesa dos barrios
de chata figura, de amarga dulzura
son Sur y Palermo, rivales y hermanos
aue cruzan Durazno camino del mar.

Candombe,
candombe murga y batucada
paseándose por la bajada
de la calle Convención.

Canilla,
canilla.. Acción, El Plata, El Diario…,
paquete bajo el brazo largo
por la calle Convención

Los lentes,
los lentes de los relojeros,
los ojos de los bagayeros
de calle Convención.

Y un día
y un día te veré contento
el día que te lleve el viento
de Durazno y Convención.

Los perros,
los perros de los bichicomes
durmiéndose por los balcones
de la calle Convención.

Baldosas,
baldosas partidas hace años,
recuerdos que me hicieron daño
por la calle Convención.

Y un día,
un día te veré contento,
el día que te abrace el viento
de Durazno y Convención.