Durazno a cuarenta el ciento (milonga)

Letra de Celedonio Esteban Flores
Música de José Razzano
Compuesto en 1934

Al caminar el tobiano
diquea la cabeza
más lustrosa y bien cuidada
que cadena de italiano;
un moño rojo galano
le bate al sol su «spamento»
mientras el dueño contento
con la boca hace bocina
y grita mientras camina:
¡Durazno a cuarenta el ciento!

Lleva alpargatas de lona,
a rayas el pantalón;
negra faja de algodón
su camiseta, aprisiona,
el funghi no desentona
su pinta en ningún momento
porque en su requintamiento
sombrea su vista rana
al batirle a la fulana:
¡Durazno a cuarenta el ciento!

No hay baches que no conozca
de Belgrano a Mataderos,
para él no hay pozos fuleros
de Villa Crespo a La Mosca;
en su hombría sana y tosca
hay algo de sentimiento;
lanza su pregón al viento
en una nota alargada
y alborota a la barriada:
¡Durazno a cuarenta el ciento!

La flor del monte patrona.
Lo brisco y los amarillo…
Y acariciando el potrillo
un compás de tango entona;
tiene una frase burlona
y un piropo en un momento
y mientras observa atento
a una paica que transita
se sube la faja y grita:
¡Durazno a cuarenta el ciento!