Chilenita

Letra de Eugenio Cárdenas
Música de Vicente Fiorentino

Cuando pasó muy cerquita de mí
me cautivó su boca carmesí;
y al resplandor de su suave mirar,
un puro amor yo sentí despertar.
Porque al sentir esa ardiente emoción,
mi corazón aumentó su latir,
y me quedé como un lirio sin flor
lo que se fue tras de su alma, mi amor.

Chilena que a mi vida
penando la has dejado,
porque a otro has mirado
de amor enternecida.
No me quites la calma
con un gran desencanto
porque, entonces, de llanto
se moriría mi alma.
¡Vení mi chilenita
al rancho de totora
verás como te adora
mi tierno corazón!

En el calor de mi rancho tendrás
un corazón que te sepa adorar.
Y has de sentir a mi lado el placer
que da el vivir al que sabe querer,
si tu pasión me llegara a faltar
iba a quedar como un sauce llorón.
Porque sin ti, chilenita, mi ser
de padecer sé que se ha de morir.