Adiós… hijo…

Ay, que triste me siento
en este día,
porque en otros tiempos
tan alegre pasé,
es porque siento en mi alma
un vacío,
que mi madre me dejó
cuando se fué.

Ya no tengo a ese ser
idolatrado,
que en sus brazos
con cariño me arrulló.

Es por eso
que hoy me encuentro afligido
recordando aquel día
en que se murió.

Ella…llorando me dijo
en su agonía,
adios hijo…
resígnate… no llores…

Pero es que soy
un huérfano en el mundo,
lleno de penas,
de angustias y dolor.