Santa milonguita

Letra de Enrique Cadícamo
Música de Enrique Delfino

Santa milonguita
tenía los ojos
tan grandes y claros
que hacían suspirar.

Sus labios pecaban
¿……..? y rojos
y era su mirada
color verde mar.

Ella que fue siempre
festín y alegría
en juego de copas
se hartó de champagne.

Tuvo un bello arranque
de sensiblería
y quiso ser buena,
buena como el pan.

Redimida
por la pasión de un nuevo dueño
mirando al cielo de su vida
encontró más encendida
la estrellita de sus sueños.

Pero un día
cuando el amor más los ataba
golpeó a su puerta rudamente
la miseria, y crudamente
del amor los separó.