Mis consejos

Letra de Héctor Marcó

versión de Edmundo Rivero

De los golpes de la vida
aprendí estas cuatro cosas,
que hoy me atrevo a repartirlas
sin vanidad ni rencor.

Y hasta vos, muchacho loco,
que la ves color de rosa,
puede servirte de ejemplo
este gris trasnochador.

Yo que te sigo los pasos
acodado en los escaños,
tambaleando madrugadas
con diez copas y algo mas.

Te advierto que no es juguete
manosear tus veinte años.
La existencia es una rula,
con cien numeros de engaño,
que si entras a mandar fichas,
como un hongo te secas.

Muchacho, si pudieras darte cuenta,
como broncan los cuarenta,
cuando encanece la testa,
y entra a fallar el timon.

Burros, timbas y quinielas,
boites, copas, damiselas,
son placeres de ocasión.
La vida, la vida del calavera
es un fragil cigarrillo
de traidoras espirales.

Primero da fuego y brillo,
después te encana los grillos
hasta hacerte gritar,
Madre…,

Madre, y corres a buscarla,
y entre sus brazos caes.
Pero si la has perdido,
con el corazón vencido,
deci muchacho, que haces…

Vos diras que la he vivido
y de pucha me lamento,
yo no puedo reprocharte
ya sos grande pa’elegir.

Pero, de verte ya maduro,
sin amor, hogar ni bento,
como avaro sobre el oro,
cuando asume sueños muertos.
y el dolor te arroje un cero,
preparate pa morir.