El violín de becho (II)

Letra de Alfredo Zitarrosa
Música de Alfredo Zitarrosa

Zitarrosa compone una de sus obras más emotivas para su amigo Carlos
«Becho» Eizmendi, un violinista uruguayo. La letra sufre
modificaciones con el tiempo, a medida que Zitarrosa depura la poética
de la obra.

Becho toca el violín en la orquesta
cara de chiquilín sin maestra
y la orquesta no sirve, no suena
sin violines cansados que duelan.
Porque a Becho le duelen violines
que son como su amor, chiquilines;
Becho quiere un violín que sea hombre
que al dolor y al amor no los nombre.

Pero el violín de Becho es un grito
hay violines que suenan distinto;
Becho quiere un violín que sea nadie,
cuatro cuerdas sonando al aire.

Becho tiene un violín que no ama,
pero siente que el violín lo llama;
por las noches como arrepentido
vuelve a amar ese triste sonido.

Vida y muerte, violín, padre y madre;
canta el violín y Becho es el aire;
ya no puede tocar en la orquesta
porque amar y cantar eso cuesta.