A la luz del candil

Letra de Julio Navarrine
Música de Carlos Vicente Geroni Flores

Grabado en 1927 por Ignacio Corsini. También lo grabo Gardel en el
mismo año. Tambien lo grabo F. Canaro, con Alberto Arenas.

¿Me da su permiso, señor comisario?…
Disculpe si vengo tan mal entrasao;
yo soy forastero y he caído al Rosario,
trayendo a los tientos un güen entripao.
Quizá usted piense que soy un matrero;
yo soy gaucho honrao a carta cabal;
no soy ni borracho ni soy un cuatrero.
Señor comisario… yo soy criminal…

Arrésteme, sargento, y póngame cadenas;
si soy un delincuente, que me perdone Dios,
yo he sido un criollo güeno, me llamo Alberto Arenas;
señor… me traicionaban, y los maté a los dos.
Mi china fue malvada, mi amigo era un sotreta.
Mientras yo fui a otro pago me basureó la infiel;
las pruebas de la infamia las traigo en la maleta:
las trenzas de mi china y el corazón de él.

No apriete, sargento, que no me retobo;
yo quiero que sepa la verdad de a mil:
la noche era oscura como boca’e lobo…
testigo solito, la luz de un candil.
Total:… cuasi nada, un beso en la sombra…
Dos cuerpos cayeron y una maldición.
Y allí comisario, si usted no se asombra,
yo encontré dos vainas para mi facón.